Renovación, es la palabra que define la temporada que está por iniciar en la NBA pues los cambios los encontramos en cada rincón de la liga más global del mundo. Obviamente los primeros son los jugadores, con este nuevo año veremos por supuesto a los de recién ingreso en la liga,  una de las generaciones más prometedoras de los últimos años,  Andrew Wiggins, Jabari Parker, Julius Randle, Aaron Gordon y compañía buscan crear su propia historia y cambiar la cara de sus equipos. También encontramos jugadores que vestirán nuevos jerseys, nos tendremos que acostumbrar a ver a Pau Gasol con el rojo y blanco de los Bulls, a ver juntos en el mismo equipo a LeBron, Love y Kyrie Irving o a Luol Deng con Miami, a Carlos Boozer con los Lakers o a Paul Pierce con Washington.

pau gasol en los bulls Photo by Jonathan Daniel/Getty Images

Los cambios también llegaron a las bancas, encontraremos a tipos que hasta, hace unos meses los veíamos en la duela, como Derek Fisher quien será el nuevo coach  de los Knicks, Steve Kerr dirigirá a los Suns, Jason Kidd dejó a los Nets para comandar a los Bucks y Byron Scott regresó para ayudar a que los Lakers salgan de la mediocridad.

Esta renovación incluyó también algunos puestos directivos, no más Joe Dumars en Detroit, adiós total a la era de  Donald Sterling en  los Clippers  quienes tienen nuevo dueño en la persona de Steve Ballmer. Bienvenidos los nuevos extranjeros como Nicola Mirotic o  Zoran Dragic.

La NBA no puede estar quieta, por eso firmó un millonario acuerdo para renovar el contrato de televisión, por eso busca la manera de darle más descanso a los jugadores extendiendo el receso en la pausa del All-Star Game y pone a prueba juegos de 44 minutos para ver que tanto pueden resultar.

Por esa idea de crecer la liga se vuelve más global con partidos de pretemporada en Europa, Asia o Sudamérica y partidos de temporada regular en Londres y México y equipos invitados a jugar en Estados Unidos como el Flamengo o el Maccabi Haifa. Aunque a muchos no nos guste, la publicidad en los jerseys está a la vuelta de la esquina, eso traerá más dinero y a la vez complicará seguramente las relaciones entre jugadores y dueños, pues habrá que renegociar el contrato colectivo.

Se dice que un lockout en el 2017 es inminente, pero mientras el futuro llega, disfrutemos  del mejor basquetbol del mundo, de sus cambios, de sus jugadores, de sus nuevos coaches y de las emociones únicas que solo la NBA nos puede regalar.

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