Desde su creación en 1891, el basquetbol ha sufrido diversos cambios que ayudaron a que hoy en día sea uno de los deportes más populares del mundo. Como hemos mencionado en diversas ocasiones, el basquet es muy noble y se puede practicar con tan sólo tener un balón y un aro, tal y como lo planeo James Naismith cuando colgó un par de canastas de duraznos en el gimnasio de la YMCA. Curiosamente, una de las cosas que menos evolucionó con el tiempo fue el aro, ya que se mantiene a la misma distancia de su nacimiento, 10 ft/305cm, lo único que se le agregó fue un tablero para complementar la experiencia.

El origen del tablero de basquetbol

La historia cuenta que el tablero de basquetbol surgió un par de años después de su nacimiento y contrario a lo que se piensa, fue más para que el balón no golpeará a los asistentes que se sentaban en las gradas detrás de la canasta. Los primeros tableros de basquet fueron hechos de madera o de alambre para gallineros. Tiempo después, el tablero se puso pegado en la pared, pero hubo algunos vivos que se aprovechaban y tomaban impulso pisando el muro a la hora de brincar. Fue así como el tablero se puso a 4 ft/121 cm de la linea final y el día de hoy se ubica a 157 cm de la linea final.

Ya una vez solucionado el problema de la distancia, surgió otra dificultad. El tablero de madera impedía la vista de las personas que se ubican en la parte trasera. En 1910 surgieron los primeros tableros de cristal y años más tarde estuvieron brevemente vetados, hasta que en 1919 el tablero de cristal fue popularizado por la Universidad de Indiana. Hoy en día, estos tableros son los que se ocupan de forma profesional y tienen una dimensión de 105 cms de alto por 180 cms de largo con un grosor de 30mm, estos de acuerdo a los parámetros oficiales de FIBA.

Info vía Healthy Leaving del USA Today

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