Recordando el “Milagro del Memorial Day”

Con la llegada de los Playoffs también llegan las efemérides de aquellas batallas que han marcado la historia de la NBA. Desde mediados de la década de los noventa, el equipo de San Antonio comenzó a despuntar en el Oeste, sin tener mucho éxito al toparse con el Jazz de Utah en un par de ocasiones en las semis de Conferencia y perder la Final en el 95 contra los Rockets. La temporada 98-99 era la buena para los tejanos al ser los mejores del Salvaje Oeste en una temporada recordada por la huelga que dejó la temporada regular de tan sólo 50 partidos.

Los Spurs llegaron con paso firme a las Finales de Conferencia donde los Blazers fueron el rival a vencer. 1 y 2 del Oeste se enfrentaron en una serie que, en el papel, parecía ser más pareja. Probablemente el embrión anímico para los dirigidos por Popovich vino en el juego dos que es conocido como “El Milagro del Memorial Day”. Aquella noche del 31 de mayo de 1999, Memorial Day en EE.UU, los Spurs lograron darle la vuelta a un partido que parecía perdido luego de que los Blazers se pusieron adelante hasta por 20 puntos en el tercer cuarto. El milagro llegó de la mano de Sean Elliott, quien, con hielo en las venas, anotó un triple que le dio la vuelta al marcador.

Si bien, es verdad que hoy en día es algo común ver esta clase de jugadas en la NBA actual, para la época, la remontada histórica de los Spurs es una de la más recordadas por su afición. Tras el tiro agónico de Sean Elliott, los Spurs ganaron dos partidos más para barrer a los Blazers y se enfilaron a las Finales donde vencieron a los Knicks en cinco partidos. La temporada del 99, y en especial el “Milagro del Memorial Day”, fueron un parteaguas para dar paso a uno de los equipos más laureados y consistentes en las últimas dos décadas.