Kyrie Irving con sangre fría ante los Raptors

Uno de los platos fuertes de la acción de miércoles en la NBA fue el enfrentamiento entre Raptors y Celtics, dos equipos candidatos al título del Este que viven circunstancias diferentes. Los canadienses son el mejor equipo de la NBA, el más consistente y tienen en Kawhi Leonard a un contendiente por el MVP; en la otra esquina, el quinteto de Boston lleva un paso trompicado y, a pesar de algunas lesiones, no logra que sus estrellas despeguen. Hasta que llegó Kyrie Irving.

Como se pronosticó, fue un juego en el que ambos desmotaron que siguen como los favoritos para llegar a las finales de Conferencia, de hecho este partido puede ser una final adelantad en el Este. Los Raptors salieron feroces y durante el primer cuarto lograron dominaron a unos Celtics que tardan en arrancar. Además de la gran temporada que vive Leonard con los Raptors, es de destacar el buen ritmo que ha encontrado Serge Ibaka, quien en esta ocasión colaboró con 22 unidades y 10 rebotes.

Poco a poco los Celtics calentaron la mano y las canastas comenzaron a caer. Gordon Hayward despertó en el momento oportuno para colaborar con 18 puntos desde la banca. Otra pieza clave para los Celtics es Al Horford que cumple con la misma función de Ibaka ya que, aunque muchas veces su labor no es tan vistosa, finalizó con 27 puntos y 7 tablas, 6 de ellas a la defensiva.

Aunque el quinteto Boston llegó a estar 16 puntos arriba, durante la recta final los Raptors le metieron un susto al darle la vuelta al marcador. Poco le duró el gusto a Toronto ya que, con sangre fría, Kyrie Irving aniquiló las esperanzas de llegar a un tiempo extra. 117 a 108 fue el marcador final de esta gran batalla del Este que vio caer a su líder.

Los Celtics lograron un triunfo trascendental de la mano de un Kyrie Irving encendido que finalizó con 27 unidades y 18 asistencias, la máxima cantidad en su carrera. Kawhi anotó 33 puntos, pero no fueron suficientes y perdieron de forma dolorosa después de cinco triunfos al hilo.