El regreso de DRose a Chicago

Después de salir muy golpeado en el aspecto anímico de los Cavaliers de Clevaland, por la mente de Derrick Rose pasó la posibilidad del retiro. Al MVP más joven en la historia de la NBA se le rompió lo que aún se mantenía intacto, el espíritu deportivo. Rose recibió una nueva oportunidad en los Timberwolves de Minnesota, donde se reunió con su antiguo coach Tom Thibodeau y poco a poco a ha renacido de las cenizas.

Los Timberwolves llegaron al United Center para enfrentarse a los Toros de Chicago, un partido muy especial para DRose quien vive su mejor temporada en unos siete años, aproximadamente. En algo poco visto en los deportes, el ex jugador de los Toros llegó a la que fue su casa y recibió una calurosa bienvenida, en especial cuando ovacionaron su canasta contra el cristal que anotó en los primeros minutos.

Fue un partido muy especial para Derrick Rose, quien a pesar de ya no ser jugador de los Bulls, es uno de los jugadores más queridos por los habitantes de la Ciudad de los Vientos. Algunas de las figuras más representativas de Chicago, ya sea en el ámbito musical o deportivo, fueron al United Center para ver el retorno de su hijo pródigo.

Los Bulls fueron borrados por los Wolves en cada rincón de la cancha y venció a los Bulls por marcador de 119 a 94. Fue un juego espectacular para Karl-Anthony Towns quien finalizó con un doble dígito de 20 puntos y 20 rebotes, 16 de esas tablas fueron conseguidas a la defensiva. Derrick Rose fue el máximo anotador con 24 unidades, 3 rebotes y 8 asistencias, además de llevarse el reconocimiento de la afición de Chicago que aún lo recuerda como su MVP.

Ha sido una temporada de reencuentro entre Derrick Rose y su amor por el basquetbol. En 31 partidos, Rose promedia 18.7 puntos por partido, la máxima cantidad desde la temporada 2011-12 donde era el MVP reinante de la Asociación. Al finalizar, Derrick Rose agradeció a la afición por tan especial recibimiento.

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