Tan solo ha disputado una temporada en la NBA, luego de un par más sentado por lesión, pero Joel Embiid enamoró a la afición con su talento y carisma. Hace algunas semanas, Jojo estuvo de visita en África y fue ahí donde le entró una nostalgia que lo llevó a la tribuna de los jugadores para contar su historia. La película de Joel Embiid, como inicia su texto jurando que su vida ha sido un drama, es una montaña rusa de emociones que lo han convertido en uno de los jugadores con mayor fortaleza emocional en la liga.

Embiid, nacido en Camerún, comentó en este texto tan personal lo difícil que fue llegar a un país lejano, sin conocer la cultura y sin hablar inglés. “No sabía ni una palabra de inglés, no conocía a nadie y no jugué al baloncesto hasta literalmente tres meses antes de que ofrecieran hacerlo en un instituto de Florida” declaró Embiid quien tuvo que adaptarse de forma rápida para ganarse un lugar en un deporte que sabía no era su fuerte, pero podría llegar a ser el mejor.

Para nadie es un secreto que Jojo ama el futbol, pero fue gracias a los Lakers que se enamoró de la NBA, así lo confesó: “La primera vez que vi la NBA fueron las Finales del 2009. Lakers vs Magic. Dwight. Pau. Odom. KOBE. Nunca había visto nada como aquello. Ahí me di cuenta de que quería dedicarme a eso, aunque mi padre me dijo que nadie en Camerún jugaba al baloncesto y que por qué no jugaba al voleibol”.

La película de Joel Embiid

Fue gracias a la cultura pop de EE. UU, en especial la Black Mamba, que Joel Embiid comenzó a soñar con una vida de película. “Mi inicio en la cultura americana fue con Bow Wow, Kanye y Kobe. Iba a las canchas cerca de mi casa y cada vez que lanzaba gritaba ‘KOBE’! Siete años después estaba jugando contra Kobe. Es de película. Realmente es de película” declaró Embiid.

Ya para finalizar, Embiid contó uno de los momentos más especiales de su vida: compartir duela con Kobe. Siete años después de estar gritando Kobe al momento de tirar en las canchas de Camerún, Embiid estaba en la misma duela que su ídolo. “Cuando jugó su último partido en Philadelphia antes de retirarse, prepararon una pequeña habitación para que habláramos un poco” declaró Embiid quien con mucha emoción le contó su historia a Kobe, quien sólo sonrió y dijo “OK, compañero, sigue trabajando. Sigue trabajando”.

Joel Embiid es una muestra más de que los sueños se cumplen, no importan qué tan lejanos los veas, la vida recompensa a los que nunca dejan de intentar. Como bien comenta Embiid, años después de estar en Camerún, de pasar por momentos difíciles, lesiones y muchas críticas, hoy se perfila a convertirse en uno de los jugadores más importantes de la NBA.

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