Los Warriors preparan las escobas

Han sido cuatro años de enfrentamientos entre Cavs y Warriors en las Finales y es inevitable pensar que por alguna extraña razón los jugadores de Cleveland pierden la concentración en los momentos de mayor tensión. Si a eso le sumamos que los dirigidos por Steve Kerr son uno de los equipos más poderosos, en la cuestión mental, de la liga, tenemos como resultado una serie que está a punto de definirse. Tal como sucedió la temporada pasada, los Warriors preparan las escobas desde el primero de la serie en Cleveland.

Todo comenzó de forma inmejorable para los Cavs. El quinteto inicial salió con hambre de triunfo, JR Smith y George Hill pelearon cada pelota como si de eso desentendiera seguir con vida y LeBron James sólo le bastó con ser LeBron James. Para muestra esta clavada con ayuda del cristal.

Fueron dos primeros cuartos con los Cavs a la cabeza, con mucho contacto abajo del aro y mucha ayuda de Rodney Hood desde la banca. Kevin Love estuvo encendido en el segundo periodo y anotó un par de triples que le daban cierta tranquilidad a los Cavaliers para enfrentar la segunda mitad con ventaja.

Todo apuntaba a que los Cavaliers se llevarían el tercer juego de la serie con mucha calma. Todos los jugadores estaban anotando puntos y aportando en la defensiva, además de que los Splash Brothers estaban secos y en conjunto habían anotado siete puntos. Antes de terminar la primera mitad llegó el verdugo de los Warriors, Kevin Durant, y anotó un triple que redujo la ventaja de los Cavaliers a seis puntos.

Con 24 puntos antes del descanso de medio tiempo, Kevin Durant era el elegido en el partido para cambiar el rumbo del marcador. Y así fue, en compañía de JaVale McGee, KD y los Warriors comenzaron la remontada acostumbrada de cada tercer cuarto de los Warriors. En un abrir y cerrar de ojos, los Warriors ya habían empatado el partido y en otro parpadeo ya estaban a la cabeza en el marcador.

Kevin Durant fue pieza clave para los Warriors, no sólo anotando puntos, sino también asistiendo a sus compañeros que en la mayoría de los casos aparecían sin marca en la pintura.

Stephen Curry estuvo 0-9 durante gran parte del partido. Fue en los minutos finales cuando anotó un triple que cimentó el camino al triunfo de los Warriors.

Los Cavaliers pelearon hasta los instantes finales pero de nueva cuenta Kevin Durant sepultó las ilusiones de los aficionados de Cleveland con un triple letal muy similar al que anotó en el mismo juego tres de las Finales del año pasado.

Ante ese golpe los Cavaliers no lograron levantarse. El marcador 110-102 no refleja tal cual lo que pasó en la duela, más bien muestra la realidad del conjunto dirigido por Tyronn Lue que en los momentos de mayor presión, sobre todo contra contra los Warriors, se desinfla por completo. El triple doble de LeBron James quedará para las estadísticas. LeBron se convirtió en el jugador con más juegos de más de 30 puntos en las Finales y en esta serie no ha ganado un sólo juego.

Kevin Durant hizo la hazaña en esta ocasión y terminó con 43 puntos, 13 rebotes y siete asistencias que le dieron el triunfo a los Warriors de Golden State. El apoyo colectivo de los de la Bahía se refleja en las estadísticas personales: Draymond Green, JaVale McGee, Klay Thompson y Jordan Bell ayudaron con 10 puntos cada uno, mientras que Stephen Curry, a pesar de tirar basura detrás de la media luna, fue el segundo mejor anotador con 11 unidades.

La serie pude definirse el próximo viernes en Cleveland ¿Los Warriors sacan las escobas y barren la serie? ¿Esperan un quinto juego para coronarse en la Bahía? La historia indica que nadie se ha recuperado de un 3-0 en Finales ¿Los Cavs serán capaces de cambiar la historia?

Foto vía Getty Images

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