Hay momentos que cambian la historia de forma fortuita. En algunos casos, la curiosidad juega unas malas bromas, pero el seguir el instinto es vital para conseguir resultados diferentes. Durante las Finales de la NBA del año 1980, los Lakers de Los Angeles sufrieron un dolorosa perdida.

En el juego cinco, Kareem Abdul-Jabbar sufrió un esguince de tobillo que lo alejó del juego seis contra los Sixers. Así que el coach Paul Westhead decidió cambiar de posición a Magic y que fuera el sustituto de Kareem en la posición de pívot. El resultado, una actuación espectacular que le dio el título a los Lakers.

Un joven Magic Johnson aceptó el reto y consiguió 42 puntos, 15 rebotes, siete asistencias y tres robos, muestra clara de que cuando se tiene el talento no importa la posición. Aquel 16 de mayo de 1980, quedó marcada como la noche mágica de Magic, ya que además del anillo de campeón se llevó el trofeo del MVP de las Finales dando así inicio a una de las leyendas en la historia de la NBA.

La noche mágica de Magic

Foto vía Sports Illustrated

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