Con mucho drama y tras un regreso heroico, los Celtics de Boston hicieron valer su condición de local y le propinaron su segundo descalabro a los 76ers en la serie de semifinales. Fue un partidazo en el que el conjunto de Filadelfia dio un golpe de autoridad en la primera mitad. Embiid, Redick y compañía vivieron un segundo cuarto lleno de contrastes, ya que a la mitad lograron ponerse arriba por 22 puntos, máxima ventaja en el partido para los 76ers, pero se fueron al medio tiempo con solo seis unidades de colchón.

Scary Terry, como se ha hecho costumbre para los Celtics en postemporada, se echó al equipo al hombro y en conjunto con Jayson Tatum demostraron tener la chispa para recuperar un partido que parecía perdido. En los momentos críticos del partido, cuando los 76ers le respiraban en la nuca a los Celtics, Rozier, Horford y Tatum le pusieron un estate quieto para consolidar la ventaja de cara a los minutos finales.

Los jóvenes Celtics sacaron la casta y defendieron el TD Garden con mucha garra. 108-103 fue el resultado final a favor de los Celtics que revivieron de una desventaja de 22 unidades. Tatum tuvo 21 puntos, Horford tuvo un doble dígito de 13 puntos y 12 rebotes, mientras que Scary Terry colaboró con 20 unidades. Cuatro de los cinco titulares de Fily estuvieron a la altura del partido, de ellos sólo Dario Saric se quedó por debajo de los 20 puntos, pero, Ben Simmons pasó de noche y sólo colaboró con un punto además de cinco entregas de balón. Como era de esperarse, las burlas al novato no se hicieron esperar.

Los Sixers están contra las cuerdas y viajan a Filadelfia con un 2-0 en contra. El primero de la serie en territorio de los 76ers es un juego a muerte, ya que una tercera derrota sería una losa muy pesada de la cual pocos se pueden levantar.

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