Después de una primera serie intensa ante el Heat de Miami, el proceso se concretó y los Sixers ya están en la semifinal de la Conferencia del Este. El quinto juego fue una una noche mágica para Filadelfia y el festejo de los 76ers comenzó temprano. Luego de unos cuantos meses en prisión, Meek Mill fue liberado y lo primero que hizo fue visitar el Wells Fargo Center, casa de los Sixers, para tocar la campana de la libertad ante una multitud que lo ovacionó a su retorno.

El regreso de Meek Mill fue un embrión anímico extra para el conjunto de Filadelfia. La primera mitad fue una ola de tropiezos, de muchos cambios de liderazgo en el marcador. Para la segunda mitad, los Sixers asumieron el rol protagónico y fueron arrolladores en los minutos finales del partido. Joel Embiid y Ben Simmons tuvieron una noche soñada al conseguir su primer triunfo en una serie de Playoffs, además de haber conseguido un doble dígito 14 puntos y 10 rebotes para Simmons, mientras que Embiid terminó con 19 puntos y 12 rebotes.

104-91 fue el resultado final del quinto y último partido de la serie entre Sixers y el Miami Heat. Como pasó durante la temporada regular, los refuerzos que llegaron a Filadelfia han rendido buenos frutos. JJ Redick fue el máximo anotador con 27 puntos, mientras que Marco Bellineli colaboró con 11 desde la banca y Ersan Ilyasova bajo 10 tablas defensivas.

Filadelfia está de fiesta tras avanzar a las semifinales de Conferencia por primera vez desde 2011-12. En dicha ocasión, Andre Iguodala anotó los dos tiros libres que le dieron la vuelta al marcador en los segundos finales frente a los Bulls.

El Heat de Miami fue un digno competidor y no cabe duda que es un equipo con mucho potencial para las próximas temporadas. Dwyane Wade, quien regresó a Miami a la mitad de la temporada, felicitó al conjunto de Filadelfia y agregó que los 76ers son el futuro de la NBA.

Ya en el vestidor, el coach Brett Brown ofreció un emotivo discurso a sus dirigidos donde felicitó a os jugadores y los invitó a seguir creciendo y a aprender de esta serie frente a Miami. Al final, Brett Brown le entregó a JJ Redick la campana para que la hiciera sonar, pero el jugador del partido le regresó el honor a su entrenador. Filadelfia está de fiesta, el proceso se cumplió.

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