Los Pacers regresaron a casa con un buen sabor de boca luego de ganarle un juego a los Cavaliers en Cleveland y traer la serie con una victoria por bando. Lo primero que llamó la atención de este tercer partido fue el arribo de los Cavs al Bankers Field. Los 15 jugadores del roster de Cleveland llegaron enfundados en un traje color gris hecho a la medida por el diseñador Tom Browne. Este, es el regalo de LeBron a sus compañeros y con estos detalles pretende mantenerlos motivados rumbo al objetivo final.

Ya en la cancha, esta motivación ayudó a que el conjunto de Cleveland saliera intenso en los primeros minutos del encuentro. Indiana tuvo que ir contra marea en una primera mitad sumamente efectiva por parte de los Cavs, sobre todo de Kevin Love, quien volvió luego de salir por una lesión en el segundo juego de la serie. Los Cavaliers se fueron al descanso con una ventaja de 17 puntos que parecía sentenciaba el rumbo del partido.

Algo pasó en el vestidor de los Pacers que regresaron inspirados para enfrentar la segunda mitad del juego. Con una gran actuación en la recta final del partido, Bojan Bogdanovic rescató a los Pacers al anotar 19 puntos de 30 en los últimos dos cuartos. Los Cavaliers tuvieron un pobre tercer periodo donde sólo anotaron 12 puntos por 23 de  Indiana, ese sería un punto clave para un final lleno de drama.

El último minuto de juego fue una locura. Los Pacers estaban arriba en el marcador 91-84, pero LeBron James y Kevin Love anotaron dos triples vitales para el regreso de Cleveland en el partido.

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Los Cavaliers tuvieron el último tiro para empatar o ganar el juego, pero JR Smith se vio muy nublado ante la presión y mandó el balón a cualquier parte. El resultado final 92-90 muestra la intensidad de esta serie en una rivalidad que crece con el paso del tiempo.

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