La afición del Juan de la Barrera

El reloj marca las 5:30 y la gente comienza a llegar al Juan de la Barrera para el quinto partido de las finales entre Capitanes y Soles de Mexicali.

Las playeras azules predominan en apoyo al equipo de la ciudad, pero se puede ver también a grupos de personas portando con orgullo el jersey de Soles. A pesar de que el equipo de Mexicali tiene contra las cuerdas al de la CDMX, la afición citadina mantiene arriba el ánimo. Es el último partido de la temporada en la capital del país.

Para este importante juego se dieron cita niños, jóvenes, adultos y familias completas. Todos los seguidores de Capitanes coinciden en algo: están orgullosos de su equipo. “Aquí estaremos apoyándolos siempre”, comenta un aficionado; “Me da mucho gusto que el basquetbol profesional haya regresado a la ciudad”, nos platica otro.

Las gradas están llenas, la afición cumplió una vez más. El público celebra cada canasta de su equipo y sufre con las jugadas del rival. La rotación de Capitanes es reducida y, aunque por momentos la situación parece adversa, la gente nunca se desanima.

Soles tuvo otro gran partido y, aunque Capitanes luchó contra viento y marea para no caer ante su gente, el equipo de Mexicali se coronó como visitante. La afición conservaba la esperanza de una hazaña que desafortunadamente no pudieron presenciar, pero se quedan satisfechos al ver que su equipo luchó hasta el final.

“¡Capitanes! ¡Capitanes!” resuena el Juan de la Barrera, a pesar de que Soles celebra su nuevo título. Es la forma en la que los aficionados agradecen a un equipo que los hizo soñar con un campeonato en su debut. En palabras de Pery Meza “… lo que se queda es las personas que impactas” y, sin duda, Capitanes ha despertado nuevamente la pasión por el basquetbol en la capital.