El basquetbol colegial se encuentra en su mejor etapa, a punto de comenzar la tradicional locura de marzo que premia al mejor equipo de la nación. A la par, la NCAA se encuentra bajo la mira por algunos casos de corrupción que han saltado en los últimos días, sobre todo el caso de Sean Miller y DeAndre Ayton quien probablemente recibió dinero de la Universidad de Arizona.

Uno de los prospectos para las próximas semanas es Shareef O’Neal, hijo de la leyenda de los Lakers y Orlando, quien estuvo tentado a firmar con los Wildcats, pero después de este escándalo declinó esa opción. Tras oír varías propuestas de universidades de prestigio, Shareef O’Neal decidió su futuro y será parte de los Bruins de UCLA, hogar de leyendas como Kareem Abdul-Jabbar y estrellas recientes como Russell Westbrook, Kevin Love y el mismo Lonzo Ball.

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Lejos de toda la polémica, el basquetbol colegial vive una gran época. Hace algunas semanas Zion Williamson firmó con Duke y se pondrá al mando del legendario Coach K. Lástima que LaMelo Ball decidió (o más bien su padre se lo llevó) marcharse a Lituania, porque es parte de esta generación de jugadores que representan el futuro del basquetbol.

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