Nate Robinson fue uno de los jugadores emblema del basquetbol de la primera década del nuevo milenio. Bajito, pero un gran resorte, Robinson es el único hasta el momento en haber conseguido tres títulos del Dunk Contest, pero, además de las volcadas espectaculares, tenía otros talentos. Nate Robinson es muy bueno para el futbol americano, de hecho hasta probó suerte con los Halcones Marinos de Seattle, pero antes de estuvo tentado a meterse al emparrillado.
Nate Robinson prefirió el basquet antes que el dinero, así lo declaró en Holdat podcast donde habló de su historia deportiva en la Universidad de Washington. En aquel tiempo, Robinson fue becado por su desempeño como jugador de futbol americano, pero al final decidió concentrarse en el basquetbol, aunque si disputó un algunos partidos de futbol americano.
Robinson declaró que después de tomar la decisión de enfocarse en el basquetbol, le ofrecieron $100 mil dólares al año si regresaba a jugar futbol. “Durante mis tres años en la Universidad de Washington, tuve a un booster (intermediario entre la universidad y el atleta) que me ofreció $100 mil por año para volver y jugar al fútbol porque necesitaban a Nate Robinson en el campo de fútbol porque no estábamos ganando ningún juego” comentó Robinson en lo que parece ser una nueva prueba más de la corrupción que existe en el deporte colegial de EE. UU:
El ex jugador de los Knicks de Nueva York comentó que su madre le dijo que era demasiado dinero, pero siempre lo apoyó en lo que Robinson deseaba hacer y eso era jugar basquetbol. Nate declinó la oferta y años más tarde fue seleccionado en el Draft por los Soles de Phoenix demostrando que los sueños se cumplen, con o sin dinero.
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