La noche del jueves tuvo un primer choque de trenes en la NBA con el enfrentamiento de los Celtics y los Warriors que tuvo a los aficionados al borde del asiento. El conjunto de Golden State comenzó con un ritmo trepidante y llegó a estar arriba hasta por 17 puntos a la mitad del tercer periodo, pero poco a poco se fueron quedando sin aire hasta que los Celtics le dieron la vuelta.

Para el último cuarto del juego hubo un gran número de volteretas hasta que en los segundos finales Kyrie Irving concretó un par de tiros libres para desempatar el juego que se encontraba en dicho momento igualado a 88 puntos. La siguiente posesión cayó en manos de Kevin Durant pero falló; Horford tomó el rebote y de inmediato Curry le cometió la falta de librito a Jason Tatum que encabezaba el contragolpe. Este par de tiros de castigo fueron los que sellaron el triunfo de Boston 92 – 88 a unos Guerreros que pelearon hasta el último segundo.

Foto vía NBA

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