Este verano, uno de los movimientos más sonados fue la salida de Jimmy Butler de los Chicago Bulls para llegar a los Timberwolves de Minnesota. Nacido un 14 de septiembre de 1989, Butler es un ejemplo de lucha y pasión por el basquet, estuvo en la universidad de Marquette durante tres temporadas antes de ser elegido por los Toros en el puesto 30 del Draft de 2011.

Jimmy Butler, un ejemplo de lucha y pasión por el basquet

Antes de este momento de gloria para Butler, tuvo que pasar por una etapa muy dura en su vida. Cuando tenía 13 años, su madre lo echó de la casa. “No me gusta como te ves. Tienes que irte” fueron las palabras que su madre dijo a Butler. A partir de ese momento, Butler tuvo que quedarse en casa de sus amigos, como en una especie de gira.

Antes de llegar al último año del high school, la vida de Butler cambió por completo. El basquetbol ya era parte importante de su vida, fue en la duela donde conoció a Jordan Leslie, cuya química hizo que su familia lo adoptara. Jimmy encontró una familia que lo apoyó a conseguir sus sueños, pero tuvo que trabajar duro para lograrlo. Cuando Butler le contó esta historia a Chad Ford de ESPN en aquel lejano 2011, Jimmy fue claro “Sé lo que vas a escribir, sólo te pido que no escribas para que la gente tenga lástima por mi. Odio eso. No es algo para sentir lástima”.

Han pasado seis años de aquella platica y hoy la vida de Butler es diferente, pero es un chico agradecido con la vida y trata de ir paso a paso. En una reciente entrevista hecha por el sitio web Vice, Jimmy Butler comentó que si bien, su pasado, en parte, lo hizo ser lo que hoy en día es, odia hablar sobre su adolescencia. No es que sea soberbio y haya olvidado de donde viene, sino que para él es preferible dejarlo todo atrás y concentrarse en su presente. Y su presente es una franquicia que tiene mucho potencial para la temporada que está por comenzar, ya que los Timberwolves tienen un roster competitivo, así que no pierdan de vista a Jimmy Butler y compañía.

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