Luego de haber tenido una carrera exitosa, que faltó ser coronada con un título de la NBA, Tracy McGrady llegó al Salón de la Fama y se mostró orgulloso por todos esos logros obtenidos que le valieron llegar al Olimpo del basquetbol en EE.UU. «Sí, merezco estar aquí», declaró McGrady en su discurso de bienvenida y a pesar de que puede sonar bastante arrogante, Tracy hizo un balance de su paso por la NBA y considera que le alcanza para ser inmortalizado.

«Tenía un montón de motivos para pensar que no merecía estar aquí, empecé a compararme con todos esos jugadores que consiguieron grandes cosas. Pero estoy agradecido a todos los que creyeron y apostaron por mí cuando quizás ni yo creía en mí» declaro T-Mac en agradecimiento a todos los que lo apoyaron en su carrera, incluida su esposa, quien le ayudo a apreciar su trabajo realizado en la NBA. Con 38 años, Tracy McGrady ya es una leyenda de la NBA, en una clara muestra de que, a pesar de no tener anillos de campeón, es una pieza importante para el basquetbol moderno.

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