El serbio Darko Milicic con 2.13 y 120 kilos, fue drafteado en el 2º puesto en 2003, solo después de Lebron James, una gran generación sin duda, nombres como Carmelo Anthony, Dwyane Wade y Chris Bosh también se dieron a conocer ese año.

A pesar de que ganó un anillo con los Pistons en 2004, su juego no fue el mejor, jamás aprovecho su físico y solo prefería lanzar el balón cada que le llegaba, en 2006 fue traspasado a Orlando, pero su carrera ya iba en picada, deambuló por varios equipos, sin pena ni gloria, delcaró en una entrevista: “Solo tachaba los días del calendario, no podía soportar estar en Orlando. En Memphis entré en depresión; en Nueva York seguí haciendo cosas estúpidas, a Minnesota no quise ir y en Boston terminé de fracasar”, simplemente la carrera de Milicic fue un fiasco.

El fiasco de Milicic foto 2

Así que después de su lamentable paso por esos equipos, en 2013, decidió acabar con su carrera en la NBA, al año siguiente intentó incursionar en el kickoxing, pero la historia no fue diferente y sus tatuajes exaltando a un par de militares chetnik (organización serbia, guerrillera, nacionalista y conservadora con tendencia fascista).

Después de ganar una fortuna de 52 millones en la NBA, su paso fugaz en el ring y un intento de regresar al basquet en su país de origen, ahora Darko es granjero donde asegura que ha encontrado la paz y estabilidad mental.

“Mi mentalidad era completamente diferente, pensaba que yo era un elegido por Dios, así que me metí en peleas, me emborrachaba antes de los entrenamientos, discutía con todo el mundo. No estaba preparado para trabajar, así que, sí, yo era el problema”.

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