En los últimos tiempos mucho se ha hablado de famosos Big Threes que han hecho que la historia de algunas franquicias cambiara, como en el caso de los Miami Heat con el trío Dwyane Wade, Chris Bosh y Lebron James. Aquella decisión de Bosh y Lebron de unirse a Wade en Florida, permitió a los Heat ganar dos anillos y llegar a un total de 4 finales de la NBA de forma consecutiva.
Ahora Lebron ha intentado emular la etapa de Florida juntando en los Cavaliers a Kevin Love y al ya presente en el equipo Kyrie Irving, que de momento le ha resultado en dos finales de la NBA, una derrota y una victoria.
Otro de los últimos Big Threes más sonados fue el de los Celtics, que convirtieron a un equipo perdedor en un equipo campeón de la NBA de una temporada para otra. De hecho el trio Ray Allen, Kevin Garnett y Paul Pierce conformaron parte de ese equipo que tiene el record del mayor margen de diferencia de una temporada a otra de victorias.
Otro Big Three no tan renombrado como los anteriores de estos últimos tiempos ha sido el conformado por Tim Duncan, Manu Ginobili y Tony Parker que les ha reportado 4 anillos juntos. La cuestión es que al no haber un gran fichaje de por medio ese Big Three no tuvo tanto impacto social.
Por recordar otros Big Threes de la historia famosos podemos hablar del trio de Jordan, Pippen y Grant, o el de Magic, Worthy y Kareem, o también el de Bird, McHale y Parish o ya más antiguo el de Baylor, West y Chamberlain. Eran bastante buenos, pero pudo haber uno que en su momento hubiera sido mejor que todos ellos, se dieron todas las condiciones para juntar a 3 de los posibles mejores jugadores en sus posiciones de la historia pero al final la fortuna nos privó de un trío que podría haber dominado la NBA durante años.
En el Draft de 1972 los Milwaukee Bucks de Oscar Robertson y Kareem Abdul Jabbar seleccionaron en el puesto número 12 a un joven alero de Roosevelt, Nueva York, llamado Julius Erving.
Erving ya jugaba profesionalmente en la ABA, en los Virginia Squires y había hecho una temporada de Rookie en la que había anotado 27.3 puntos por partido a los que había que sumar 15.7 rebotes y 4 asistencias.
Ese año de 1972 Julius Erving fue declarado por la NBA como seleccionable y los Bucks le tomaron como su segunda elección de aquel draft, pero Erving no aceptó aquella elección e intentó jugar en los Atlanta Hawks, donde llegó a disputar 3 partidos amistosos con el número 54.
La NBA multó a los Hawks con 25.000 dolares por partido que disputó Erving con ellos ya que los derechos pertenecían a los Bucks.
De cualquier manera finalmente y tras una resolución judicial Erving tuvo que volver a terminar el contrato que tenía a la ABA con los Virginia Squires y finalmente no llegaría a la NBA hasta 1977 tras ser vendido de el propietario de los Nets a los 76ers por problemas económicos.
Finalmente nunca pudo ser el probablemente mejor Big Three de todos los tiempos. ¿Se imaginan?
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