El momento cumbre en la temporada de la NBA llega cuando los Campeones del Este y del Oeste se enfrentan en busca de la corona de la mejor liga de basquetbol del mundo. En las finales de la NBA cada balón cuenta. Por ese motivo los jugadores estrella de cada equipo protagonizan de una forma todavía más estelar el juego de sus equipos que en el resto de la temporada.
Las series finales de la NBA, en donde la única opción es ganar y hacerse de un lugar en la historia, en donde cualquier resultado que no sea el salir campeón es considerado un fracaso. Y eso le pasó a los Suns en 1993 cuando se enfrentaron al mejor jugador en unas finales de la historia de la NBA.
Michael Jordan protagonizó en 1993 el mayor nivel de anotación en unas series finales, convirtiéndose en el potencial mejor jugador en unas finales de la NBA.
Michael Jordan se enfrentó a los Suns del extraordinario Charles Barkley, para que los Bulls se llevaran aquellas Finales por 4 a 2 Michael Jordan tuvo que dar lo mejor de si mismo en cada partido.
El resultado de ese esfuerzo máximo es una marca que no sabemos si podrá ser superado algún día.
Durante 6 partidos de intensidad máxima Michael Jordan promedió 41 puntos por partido a lo que sumó 8.5 rebotes, 6.3 asistencias, 1.7 robos y 0.7 tapones por partido.
Además consiguió eso con un 50,4 % de acierto en el tiro de campo. En todos lo partidos superó los 30 puntos, en tres los 40 puntos y en el cuarto partido se fue hasta los 55 puntos anotados.
Es innegable que en la actualidad hay jugadores de gran calidad, grandes records y con una prometedora carrera, pero Michael Jordan sólo habrá uno.
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