LA NBA contiene multitud de paginas de grandes alegrías y de gloria deportiva pero también lamentablemente alguna historia triste. Una de ellas es la de Maurice Stokes un gran jugador que pudo haber sido mucho más grande de lo que fue pero la mala fortuna y la genética le condujeron a un triste final.

La estrella que no pudo ser: Maurice Stokes. foto 2

Quizás para muchos sea un gran desconocido ya que apenas jugó 3 temporadas en la NBA pero dejó cifras y datos muy significativos de lo que fue y sobre todo de lo que puedo haber sido.

Él es la estrella que no pudo ser.

La estrella que no pudo ser: Maurice Stokes.

Fue elegido en segunda posición del Draft de 1955 por los Rochester Royals.

Sorprendía por su juego interior en el que mostraba una gran fuerza debajo de los aros, por su tremenda capacidad reboteadora y al mismo tiempo por su capacidad para el pase

De hecho, Stokes en su primera temporada en la NBA promedió unos espectaculares 16.8 puntos, 16.3 rebotes y 4.9 asistencias por partido.

En cuanto a rebotes, fue el máximo reboteador por partido de la temporada y en cuanto a pases fue el octavo ya que en el aquel momento la media de asistencias por partido era muy diferente a la de la actualidad.

En aquel año Bob Cousy dominó la liga con 8.92 asistencias por partido.

Esos datos le llevaron directos al All Star de aquel año y a ser nombrado Rookie del año de la NBA.

En los años siguientes la figura de Maurice Stokes se consolidó como una de las grandes de la liga y siguió promediando grandes cifras y siendo All Star.

En su última temporada en activo promedió 16.9 puntos, 18.1 rebotes y 6.4 asistencias lo que le colocaba el segundo en rebotes detrás de Bill Russell y el tercero en asistencias por detrás de Bob Cousy y Dick McGuire.

Aquel día los Royals disputaban el último partido de la liga regular frente a los Lakers. En una jugada en la que Stokes iba a por el rebote se desequilibró y al caer al suelo se golpeó fuertemente la cabeza.

Tras quedar inconsciente unos minutos se recuperó y volvió al partido sin aparentemente mayores consecuencias.

Comenzaron los Playoffs y los Royals se midieron en el primer partido frente a los Pistons.

Aquel fue el último partido de Maurice Stokes ya que tras regresar en avión de Detroit se comenzó a sentir mal y fue trasladado directamente al hospital.

Entró en coma y le fue diagnosticada una encefalopatía que le produjo daños irreversibles en su cerebro y que le afectaron al lenguaje y a su sistema locomotor.

La carrera de uno de los jugadores más prometedores de la época había acabado tras una desafortunada jugada.

La situación de Stokes se volvió muy compleja ya que seguía con vida pero necesitaba grandes cuidados médicos que económicamente no podía pagar.

Tristemente en 1970 Stokes falleció de un ataque al corazón con tan sólo 36 años.

En 2004 Maurice Stokes fue incluido como miembro del Salón de la Fama y tiene retirado su número 12 por los actuales Sacramento Kings.

La estrella que no pudo ser: Maurice Stokes. foto 3

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