Hace 25 años los Cleveland Cavaliers vencieron 148-80 a los Miami Heat, consiguiendo la victoria por mayor diferencia de puntos. Esta fue la peor derrota en la historia de la NBA.
La derrota más aplastante en la historia de la NBA la sufrió el Heat de Miami. El 17 de diciembre de 1991 los Cavaliers establecieron una efectiva defensa que solo le permitió 27 puntos en la segunda mitad al Heat y Cleveland se alzó con la victoria por 68 puntos, 148-80.
Richfield Coliseum (Richfield, Ohio), estadio de los Cleveland Cavaliers. El público observa en la cancha lo que parece un partido más dentro de la larga temporada de su equipo. Miami, con un balance de 11 victorias y 11 derrotas, llevaba tres victorias seguidas, precisamente la primera de ellas frente a Cleveland por 105 a 103, mientras que el equipo local, con un balance de 12-8, venía de perder 99-97 frente a Dallas.
El primer cuarto transcurrió de una manera normal, con Cleveland tomando una ventaja de 10 puntos 34-24. En el segundo cuarto, ambos equipos subieron el ritmo anotador pero los de casa sumaban diez puntos más que su rival y se distanciaba 73-53.
Los Heat se desinflaron en la reanudación y Cleveland siguió sumando puntos, los Cavaliers consiguieron 17 de los primeros 19 puntos del tercer cuarto y el entrenador de Miami Heat, Kevin Loughery, decidió cambiar a los cinco jugadores a mitad del período. En esos 12 minutos el parcial fue de 33-14. Los Cavaliers superaban la barrera de los 100 puntos faltando un cuarto y la diferencia alcanzaba los 39 puntos, 106-67. Cleveland repartió bastante los minutos entre los 12 jugadores, que no tuvieron piedad de su rival en el último periodo y pasaron por encima del Miami Heat.
Cleveland superó a los Heat por 75-27 en la segunda mitad. Este parcial terminó en el resultado final de 148-80, que significaba el triunfo por la mayor diferencia (+68) en un partido de la historia de la NBA.
El margen de 68 puntos superó la anterior marca de 63 puntos que conservaban los Lakers desde el 19 de marzo de 1972, cuando arrollaron a los Golden State Warriors por 162-99.
«No sé a lo que jugamos, pero no era baloncesto», dijo el jugador de los Heat Glen Rice.
Irónicamente en la siguiente jornada, como si nada, Miami vencía 118-112 a Indiana y sin embargo los Cavaliers perdieron 93-102 frente a los Nets.
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