Las despedías siempre son complicadas. En el deporte profesional, como en otros ámbitos de la vida, llega un momento en el que hay que decir adiós. Cuanto más intensa y exitosa es la relación con la persona o la actividad es más duro ese momento en donde hay que separar los caminos.

Hay a quien le parece exagerada las repercusiones que estas tienen. Pero no es más que la consecuencia de la gigantesca dimensión del protagonista de la noticia. Imaginen por un momento que cuando Michael Jordan anunció cualquiera de sus tres retiradas, hubiera existido twitter; o que cuando Magic Johnson comunicó que abandonaba el baloncesto porque era portador del VIH, la globalización de los medios y el auge de las redes sociales fuesen las actuales, sin duda hubieran sido Trending Topic.

Vamos a repasar las despedidas de algunos de los más grandes de la historia de la NBANo importa cual dominante haya sido, ni cuántos anillos ganara; el inexorable momento de la despedida llega para todos, unos con mayor discreción, otros obligados por las lesiones; y hasta alguno con 82 despedidas y anotando 60 puntos en su último partido. Así dijeron adiós, las grandes despedidas de la NBA.

 

KAREEM ABDUL JABBAR

Kareem, gracias a un físico privilegiado en muchos sentidos, dilató su carrera de forma extraordinaria. Se retiró en la temporada 88-89 con 42 años, récord de longevidad en aquel momento. Sus números estaban ya muy lejos de sus promedios de carrera, pero disputó 74 partidos con los Lakers, todos como titular; fue seleccionado para el All Star Game y disputó las finales de la NBA, donde fueron barridos por los pujantes Bad Boys de Detroit (4-0).

Se despidió anotando siete puntos y cogiendo tres rebotes en el Forum de Inglewood un 13 de junio de 1989 en el cuarto y último partido de las finales, con una derrota que le daba el anillo a los Pistons.

LARRY BIRD

Un jugador ejemplar hasta en el momento y manera de retirarse. Larry Bird se despidió del baloncesto profesional en la temporada 91-92, tras trece años en activo, dejándonos la sensación de que era demasiado pronto, que aún tenía baloncesto y del bueno para ofrecer. El 33 de los Celtics entendía el baloncesto de una forma muy particular. Si no podía jugar con intensidad, al límite en cada partido, tirándose al suelo peleando cada balón, no jugaría. Terminó su última

temporada en activo promediando 20.2 puntos, 9.6 rebotes y 6.8 asistencias por partido. Algo así como si LeBron anunciará su retirada mañana mismo. Aunque sus números eran espectaculares, sus recurrentes problemas de espalda no le iban a permitir dar el 100% cada noche, y para Bird jugar al 99% no era una opción.

Dijo adiós en Cleveland el 17 de mayo de 1992, en el cuarto y último partido de la primera ronda de playoffs frente a los Cavaliers. Anotó 12 puntos, cogió cinco rebotes y repartió cuatro asistencias. Una muestra del nivel al que se retiró: a dos semanas del final de la regular season firmó 49 puntos, 14 rebotes y 12 asistencias frente a Portland.

MAGIC JOHNSON

Una de las despedidas más dramáticas de la historia del deporte. Inesperada por el momento y por los motivos y circunstancias que la rodearon. Magic conmocionó al mundo un 7 de noviembre de 1991, cuando anunció que era portador del VIH.

Dejaba de lado toda actividad relacionada con el baloncesto e iniciaba su lucha contra la enfermedad. Tenía 31 años, en plena madurez deportiva y firmando unos números espectaculares: 19.4 puntos, 12.5 asistencias y 7 rebotes por partido. Acababa de disputar y perder frente a los Bulls de Jordan las finales de la NBA. La despedida más abrupta e inesperada imaginable a una brillante y exitosa carrera.

En la temporada 95-96 regresó a los Lakers, disputando 32 partidos. Aunque pasado de peso y lejos de su mejor baloncesto, aún nos regaló alguno de sus pases imposibles, y pudo despedirse sobre el parqué. Dijo adiós en Houston un 2 de mayo de 1996 en el cuarto y último partido de primera ronda de playoffs con unos discretos números: ocho puntos, cinco asistencias y cinco rebotes.

ALLEN IVERSON

El más grande libra por libra. Probablemente su despedida no fue la soñada, ni por él mismo ni por los aficionados. Sus últimas temporadas anduvo dando tumbos, con un rendimiento muy por debajo del habitual y con ciertas actitudes que en ocasiones rallaron la falta de profesionalidad. Aunque tratándose de Iverson, se le perdona casi todo.

Afortunadamente los Sixers arreglaron en cierta medida la situación rescatándolo tras la peripecia que supuso su paso por los Grizzlies. Pudo retirarse como jugador del equipo que lo encumbró tras disputar 25 partidos en la temporada 2009-10, la de su adiós. Promedió 13.9 puntos y disputó el All Star Game gracias al favor del voto popular. Jugó su último partido en la NBA el 20 de febrero de 2010 en Chicago con derrota frente a los Bulls. Anotó 13 puntos y repartió tres asistencias. Tras un breve paso por Turquía, en las filas del Besiktas, en 2013 anunció su retirada definitiva. Los Sixers le brindaron una emotiva despedida en el primer partido de la temporada 2013-14.

MICHAEL JORDAN

Aunque siempre hay opiniones divergentes al respecto, Michael Jordan es para la gran mayoría el mejor jugador de baloncesto que jamás se vio y uno de los mejores atletas de la historia del deporte.

La despedida de un personaje de semejante dimensión no podría ser menos que asunto de estado. Si las despedidas siempre son complicadas, Jordan nos ofreció hasta tres. Cada una de ellas cargadas de emoción y acompañadas de una trama que parecieran haber salido de un guion cinematográfico. La primera sorprendió por inesperada. Con apenas 30 años y tras ganar su tercer anillo de campeón consecutivo, se encontraba en lo más alto de su reinado cuando anunció que tras la muerte de su padre había perdido la motivación por el juego y lo dejaba. Volvió, ganó otros tres anillos con canasta ganadora incluida para conseguir el último y se retiró de la forma más gloriosa posible.

Aún volvería otra vez ya entrado el nuevo milenio como jugador de los Wizards. Dos temporadas más dando clases magistrales por las canchas de la NBA, para de nuevo hacernos pasar el mal trago de ser testigos de su retirada, esta vez sí definitiva. El 16 de abril de 2003, con 40 años cumplidos, disputó su último partido en la NBA. El First Union Center de Philadelphia se puso en pie para decir adiós al más grande. Firmó 15 puntos, cuatro rebotes y cuatro asistencias.

Kobe Bryant

Los Lakers optaban por la táctica de balones a Kobe en la despedida de ‘La Mamba’ del baloncesto profesional. Una fiesta a la que nadie quiso fallar y en la que hasta el resultado acompañó ya que los Lakers se impusieron por 101-96. Con la táctica clara, el escolta aprovechó para despedirse haciendo historia al anotar 60 puntos con 37 años. Es el mejor último partido de cualquier jugador que se haya retirado en la NBA tras anotar 22 de 50 en tiros campo.

Kobe se convirtió en el tercer jugador de 37 años en anotar más de 40 puntos en un partido tras Kareem, Karl Malone y Dirk Nowitzki.

Como se esperaba, el Staples Center se vistió de gala y llenas sus gradas, aunque la entrada más barata valiese 800 dólares, para darle el último adiós a la «Mamba Negra», su ídolo de los últimos 20 años, que les consiguió cinco títulos de liga, e impuso su autoridad por encima de todo y todos.

Tim Duncan

Ni un tatuaje vistoso. Ni una mueca. Ni un escándalo. Apenas una seña particular antes de cada juego. Tim Duncan deja un legado impresionante en la NBA sus números lo convierten en uno de los más grandes que han pisado las duelas de la NBA y a lo largo de 19 campañas en el mejor basquetbol del mundo logró forjar una historia de leyenda.

19 años con San Antonio, uno de los tres jugadores en la historia que logró jugar 19 temporadas en el mismo equipo, los otros dos también son leyendas: Kobe Bryant y Dirk Nowitzki. Líder histórico de San Antonio en puntos (26,496), rebotes (15,091), bloqueos (3,020), juegos (1,392).

Uno de los tres jugadores en la historia con mil triunfos en temporada regular en la NBA, acompaña en este grupo a Kareem Abdul-Jabbar y Robert Parish.

Con Duncan los Spurs ligaron 19 temporadas consecutivas en playoffs.

El demostró a los demás que no hace falta ser más espectacular que el resto para conseguir 5 anillos en la liga más importante del planeta. «Todos necesitábamos despedirnos de él, nosotros y la gente», dijo Manu Ginobili, su amigo, compinche, su socio en la dinastía Spurs.

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